El culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues ya se practicaba desde la época precolombina.3 Asimismo, en elcalendario mexica, que se localiza en el Museo de Antropología, se puede observar que entre los 18 meses que forman este calendario, había por lo menos seis festejos dedicados a los muertos.4 Posteriormente, los evangelizadores cristianos de tiempos coloniales aceptaron en parte las tradiciones de los antiguos pueblos mesoamericanos, fusionándolas con las tradiciones europeas, para poder implantar el cristianismo entre dichos pueblos.
Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones desde la época precolombina. Entre los pueblos prehispánicos era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
El festival que se convirtió en el Día de Muertos se conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y se celebraba durante un mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "La Catrina", personaje de José Guadalupe Posada) y esposa deMictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos.
Conoces el significado de los elementos de una ofrenda de Día de Muertos?
Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria.
La ofrenda de Día de muertos.
Autor
Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
La ofrenda es ese ritual colorido donde el individuo y la comunidad están representados con su dádiva; es un acto sagrado, pero también puede ser profano: la tradición popular es la simbiosis de la devoción sagrada y la práctica profana.
Ofrendar, en el Día de Muertos, es compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los manjares culinarios, el agua y, si son adultos, el vino. Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria.
La ofrenda del Día de Muertos es una mezcla cultural donde los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras; los indígenas le agregaron el sahumerio con su copal y la comida y la flor de cempasúchil (Zempoalxóchitl). La ofrenda, tal y como la conocemos hoy, es también un reflejo del sincretismo del viejo y el nuevo mundo. Se recibe a los muertos con elementos naturales, frugales e intangibles -incluimos aquí las estelas de olores y fragancias que le nacen a las flores, al incienso y al copal-.
La ofrenda de muertos debe tener varios elementos esenciales. Si faltara uno de ellos, se pierde aunque no del todo el encanto espiritual que rodea a este patrimonio religioso.
Veladoras o cirios
Se utilizan las velas como símbolo del elemento fuego y por su asociación religiosa. Es común incluír una para cada difunto recordado más otra para un alma "olvidada." A veces las veladoras son colocadas en forma de cruz.
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Imágenes de los difuntos
La ofrenda se coloca en anticipación a la visita de las almas de nuestros seres queridos ya difuntos, así es que se colocan sobre el altar los retratos de los mismos. Pueden ser fotos sueltas o enmarcadas o inclusive retratos dibujados o pintados
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Flores
La flor de cempazúchil (tambien conocida como zempoaxochitl o cempasúchil), de color intenso anaranjado, es la más común en un altar de Muertos. Tanto su belleza como su olor atraen a las almas de los difuntos hacia la ofrenda. Muchas veces las flores se colocan en forma de cruz o formando un "sendero" a seguir por las ánimas. Tambien se ocupan -- aunque en menor medida -- otras flores de color morado y blanco.
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Sal
Se coloca en un recipiente sobre el altar como símbolo de purificación.
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Incienso
Tradicionalmente no se utilizaba el incienso en sí sino el copal, una resina que, al quemarlo, arroja un humo muy aromático. El agradable olor atrae a las almas de los difuntos hacia la ofrenda y también, por su asociación con la religión, es un fuerte símbolo de oración y purificación. De no poder conseguirse el copal, se puede emplear el incienso en alguna forma para este propósito. En algunos lugares tambien se emplean hierbas aromáticas (como son el romero y la manzanilla) para un fin parecido, haciendo de ellos una especie de té aromático.
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Papel picado
Se tratan de un papel delgado de colores conocido en México como papel de china, al cual se le hacen varios cortes para formar figuras como son las calaveras, las calabazas, las lápidas y diferentes palabras referentes a la ocasión. Normalmente se pegan varios rectángulos de este papel sobre un hilo para formar una especie de guirnalda para adornar el altar. En México se consigue papel picado ya hecho en los mercados, pero tambien se puede elaborar en casa.
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Representaciones de los elementos aire, agua, tierra y fuego
Ya hemos mencionado a las velas como símbolo del fuego. El papel picado, objeto ligero que se mueve en el aire, representa ese elemento. La tierra se puede representar con frutos de la misma, y para el elemento agua basta colocar sobre el altar un vaso de este líquido.
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Calaveras
Suelen emplearse calaveras de diversos tamaños y confeccionadas bien de yeso o de distintos materiales comestibles como son el chocolate, el azúcar y el amaranto. Pueden ser sencillas o muy elaboradas obras de arte. Las calaveras sirven de recuerdo del destino final de cada ser humano y, a la vez, de la aceptación de la muerte como inevitable y no del todo temible, pues es dulce. Las calaveras frecuentemente se regalan entre amigos y comúnmente llevan en el frente el nombre del que la recibe.
Las ánimas que visitan el altar han viajado desde muy lejos y necesitan recobrar fuerzas con una buena comida. En la ofrenda se acostumbra incluír platillos tradicionales mexicanos como son los tamales, el pozole y el mole con pollo o pavo, los que se presentan en ollas y platos de barro cocido. No pueden faltar también las frutas de la estación y la calabaza en tacha. Además, se pueden colocar las comidas y dulces que más les gustaron en vida a los ahora difuntos y las bebidas (alcohólicas y no) que disfrutaban. Ah, y si el difunto fumaba, se le provee de algunos cigarrillos para después del festín.
Recetas para platillos de Día de Muertos
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Artículos religiosos
Ya que el Día de los Muertos actual es el resultado de la mezcla de tradiciones prehispánicas americanas con las europeas de la época de la Conquista, los elementos católicos figuran en la celebración. Cruces, crucifijos, rosarios e imágenes de santos (como los a que tenían especial devoción a los difuntos) se pueden colocar sobre el altar. Se pueden colocar las flores, los cirios y hasta las frutas y otros elementos de la ofrenda en forma de cruz.
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